Hacia Adónde Vamos

“…si no sabemos hacia dónde vamos, cualquier camino es bueno.”

¿Es posible para las organizaciones alinear los intereses de su personal con los objetivos de sus accionistas?

Cuando pensamos en el logro de los resultados de Negocio usualmente escuchamos la frase, lo más complejo es alinear al personal con los resultados deseados. Para analizar este tema debemos de comprender que todos los colaboradores tienen un ciclo en la empresa y ese ciclo puede ser de pocos meses o de muchos años. ¿Qué hace que una persona que ha tenido éxito en un momento, luego ya no cumpla con las expectativas del Negocio o de su Jefatura, o que acepte una oferta en otra organización que en principio parece que le ofrece mayores oportunidades de desarrollo? Las exigencias y la cultura de la organización cambian con el tiempo y cada persona puede adaptarse o no a estos cambios. Las organizaciones son estructuras dinámicas que se van desarrollando con el pasar del tiempo y de igual forma los seres humanos que conformamos esas organizaciones cambiamos a lo largo de nuestra vida. Algunos cambios son sencillos y apenas los reconocemos y otros profundos que siempre estarán presentes en nuestros recuerdos. Las organizaciones pasaran por cambios de diferentes magnitudes bruscos y sencillos que van impactando las formas en que se comportan los miembros de la organización.

Cuando hablamos de resultados debemos conocer la historia reciente de la empresa, cuales son las personas que lo componen, en qué etapa de su vida se encuentra cada colaborador, como es el mercado en el que se compite, en qué etapa del ciclo de vida se encuentra cada uno de los productos y servicios que ofrecen, cuales son las necesidades de los clientes y el papel que juegan nuestros productos o servicios en su cadena de valor. Cuales han sido los mayores desafíos que se han vivido, cuales han sido los éxitos y los fracasos y principalmente como se han vivido y se han superado. Adicionalmente debemos conocer cuál es la estructura formal e informal mediante la cual se toman las decisiones día a día, en términos de los niveles de aprobación, los mecanismos de integración, los procesos, las responsabilidades y funciones reales que ejecutan las personas.

El ADN Corporativo

Todos los aspectos antes mencionados definen lo que llamamos el ADN Corporativo, que es un elemento clave cuando hablamos de la estrategia de negocio. Este ADN está presente en toda empresa sea una micro empresa de 3 empleados hasta una gran corporación. La identificación clara y transparente del ADN permitirá a la empresa encontrar su propia identidad y a partir de ésta establecer los elementos característicos del AND Corporativo Meta. Este irá evolucionando en las diferentes etapas de desarrollo de la empresa. Tal como los seres humanos que pasamos por etapas desarrollo: niñez, adolescencia, adultez, etc., así toda empresa pasará por etapas de desarrollo, e incluso la muerte podría estar presente en cada una de ellas. El asunto es, ¿Cuánto tiempo más deseamos existir? y como nos reinventaremos para evitar que las transformaciones del medio nos ahoguen y que más bien seamos parte de su transformación. Empresas como GE que han permanecido en el mercado por muchos años, han pasado por diferentes transformaciones que le han permitido mantenerse hasta hoy siendo exitosas, más no sin haber pasado por cambios profundos que han marcado su historia.

El papel de los líderes en las organizaciones es identificar las características de su ADN y generar acciones para fortalecer aquellas características que nos diferencian y que nos permiten posicionar a la empresa en los gustos y necesidades de los clientes. También se deben identificar las características negativas que generan un lastre para el crecimiento y desarrollo de la organización.

Misión

En la definición del ADN Corporativo es necesaria también la identificación de la misión de la empresa. Cuando hablamos de la misión de una empresa estamos identificando para que existimos como organización. La identificación de la misión es una obligación de cada uno de nosotros, es clave su identificación para que sepamos cual es nuestro papel en el mundo. Como organización es necesario tener clara la misión para identificar en que estamos, que además debe ser consistente con el ADN Corporativo. La misión nos permite reconocer las fortalezas claves del negocio y las características diferenciadoras, que se fortalecen en las diferentes etapas de desarrollo del Negocio. Por ejemplo, escuchamos comúnmente que una persona trae talento natural para la música, para las matemáticas, etc. y de acuerdo con eso va orientando su educación, porque así potenciará su talento natural y le permitirá sobresalir. La misión en la empresa nos permite enfocar los esfuerzos de todos los colaboradores y llegar a ser verdaderamente buenos en lo que hacemos. La misión no es una meta, es nuestra razón de existir como empresa, y define los rasgos característicos que debemos desarrollar, que identifican las habilidades básicas del negocio y con las cuales todos los miembros de la organización deben estar alineados y comprometidos. La misión es la base para el establecimiento de los planes de atracción y retención de recurso humano que requiera la empresa. Esta claridad es lo que hace que empresas de clase mundial identifiquen a estudiantes universitarios y los enrolen en su empresa mucho antes que terminen sus estudios.

Ambición

El siguiente elemento a identificar es la Ambición. La ambición define lo que vamos hacer con nuestra misión. Son los sueños de a donde queremos llevar la empresa. Si una persona tiene habilidades para jugar futbol, debe definir si va a jugar por diversión o si va a dedicarse a esto, ser un jugador de primera división, ser el mejor jugador del país, de la región, del mundo. Escuche en una ocasión decir a Keilor Navas “yo soñaba con jugar en el Real Madrid cuando era niño” y trabajó para lograrlo. Eso es una ambición, soñar. En el mundo tenemos dos realidades, la que experimentamos con nuestros sentidos y la que experimentamos con nuestros pensamientos. El hacer los sueños realidad es cumplir nuestra ambición.

Personalmente debemos preguntarnos cuál es nuestra ambición, sin importar la edad, no hay grande ni pequeña, no hay importante o no. La ambición es de largo plazo. Otro elemento clave de la ambición es que cuando se alcance probablemente ya tendremos otro sueño, otra ambición que perseguir.

Visión

La ambición guía nuestra visión. La visión es la imagen de cómo voy a estar en un horizonte de tiempo establecido. Podría decirse que son los escalones para llegar a nuestra ambición. Por ejemplo, cuando se sale del Colegio la visión es graduarse de la Universidad, y cuando se graduá la visión era llegar a ser Gerente en una empresa.

La visión debe ser el norte, la estrella que guía el camino. Al igual que la ambición, primero debemos generar la idea, visualizar el estado futuro a ser lograble. Una visión nos permite mantener el pie en el acelerador. En el libro el Mago de Oz, Dorothy se encuentra ante la elección de varios caminos y dice “si no sabemos hacia dónde vamos, cualquier camino es bueno”. Pero además de eso, si no sabemos para donde vamos, ¿Cómo sabremos si nos desviamos del camino? ¿Cómo sabremos si estamos dando vueltas, si estamos gastando más recursos de lo necesario?, ¿Cómo sabremos si mejoramos y que acciones me llevan al logro de mi ambición?.

En lo personal, la visión nos permite como ser humanos tener un norte claro y ejecutar acciones concretas hacía el, y no hacer promesas falsas, como por ejemplo los deseos de inicio de año ( voy a rebajar de peso, voy a hacer ejercicio, etc.). De que valen las buenas intenciones sin un gran objetivo que me guie en acciones congruentes y bien pensadas. La visión en la empresa genera un sentimiento común al logro, es la guía para generar las estrategias y acciones que generen valor y que orienten al equipo hacia objetivos comunes.

Valores

Otros elementos que definen el ADN de la empresa son los Valores. Los valores son las normas generales de cómo vamos a comportarnos para ser coincidentes con nuestra Misión. Definen como vamos a hacer negocios, como vamos a convivir entre los miembros de la organización, como vamos a tratar a nuestros clientes y como vamos a relacionarnos con otras personas a lo interno y externo de la organización.

Los valores guían los comportamientos principales de cada uno en la organización y son un parámetro clave en la contratación de personal, pues si compartimos los mismos valores, estamos asegurando personal comprometido en el corto y largo plazo. Los valores no son deseos, deben ser estrictamente aceptados y vividos por cada uno de los líderes de la organización. Los valores se demuestran de arriba hacia abajo en la organización, por lo tanto, un Gerente debe ser un modelo de comportamiento de los valores y de esta forma orientar al resto de la organización.

Impacto en el nivel de Compromiso

Cuando hemos definido estos elementos y son comunicados adecuadamente en toda la organización, y actuamos en concordancia con ellos, estaremos creando un nivel de compromiso de los colaboradores con la empresa. Lo importante de la identificación del ADN Corporativo es que permite que cada colaborador decida si la empresa llena sus expectativas, si le interesan las mismas cosas y persiguen los mismos ideales. Esta es la base de la generación de compromiso, y el compromiso de los colaboradores hace que las cosas realmente sucedan. Solo mediante esta definición lograremos que los colaboradores realmente se comprometan y hagan suya la Misión, Ambición, Visión y Valores. Por lo tanto, si deseamos Colaboradores comprometidos, primero debemos de marcar el rumbo y los resultados claves esperados. La definición de quiénes somos, qué hacemos, cómo lo logramos y para cuando lo vamos a lograr, identifica un rumbo de la organización que debe ser vivida por todos los miembros y permitirá generar las sinergias que lleven a la organización a lograr objetivos insospechados para todos.

Ing. Antonio Grijalba M.

Socio

Door Training & consulting

Antonio.grijalba@doorconsultingca.com

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